¡Basta Ya! 17/03/06
Rosa Díez, represaliada por el PSOE en Bruselas
La dirección del grupo socialista en el Parlamento Europeo aprovechó la presencia en Bruselas del Secretario de Organización del PSOE, José Blanco, y la ausencia por enfermedad de la eurodiputada socialista Rosa Díez para imponerle, sin ninguna consulta con la interesada, la salida de la Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior, y el pase a la Comisión de Asuntos Jurídicos.
En una escueta carta remitida a la eurodiputada por Enrique Barón, actualmente presidente de la Delegación Socialista en el Parlamento Europeo, la dirección del PSOE en Bruselas le ordena su pase a la Jurídica y le comunica que en Libertades ha sido sustituida por el Diputado asturiano Antonio Masip Hidalgo. También le informa que de esa decisión se ha dado cuenta al Grupo Socialista en Madrid y a la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE.
Rosa Díez encabezó la lista socialista al Parlamento Europeo en las elecciones del año 1999, consiguiendo 7.477.823 votos y 24 diputados. En la última legislatura ocupó el segundo puesto de la candidatura, encabezada por Joseph Borrell; en esta ocasión la candidatura consiguió 6.621.570 votos y 25 diputados, aunque superó a la candidatura del PP. En 1999 el PSOE estaba en la oposición y en el 2004 acababa de ganar las elecciones.
Rosa Díez pidió en esta legislatura ocuparse del trabajo en la comisión de Libertades, encargada de los asuntos de terrorismo, incluyendo la legislación europea al respecto y las recomendaciones a los Estados miembros. Entre los mayores éxitos de esta comisión están la aprobación de la Orden de Busca y Captura, y la Definición Comun de los delitos de Terrorismo, así como recomendación de que se armonicen de las legislaciones europeas para que los delitos de terrorismo no prescriban en los Estados de la Unión.
En estrecho contacto con el Ministerio de Interior, y consiguiendo acuerdos con los grupos Popular y Liberal del Parlamento Europeo, Rosa Díez ha sido la ponente de la comisión encargada de redactar el informe que ha propuesto nuevas medidas europeas en la lucha contra el terrorismo. El informe redactado por esta comisión vio rechazado en el pleno, con los votos socialistas, la propuesta de instar al Tribunal Penal Internacional que estudie su competencia sobre determinados delitos de terrorismo por su carácter de crímenes contra la humanidad, pero consiguió la aprobación de una recomendación para que los Estados miembros modifiquen sus legislaciones penales y estos crímenes sean declarados imprescriptibles. También ha logrado la aprobación de las propuestas de seguridad contra el terrorismo defendidas por los gobiernos de España y Reino Unido tras los atentados islamistas de Madrid y Londres, entre las que destacan la retención de datos de llamadas telefónicas por Internet, con tarjeta pre-pago, y las llamadas perdidas.
Sin embargo, en los últimos tiempos la postura de Rosa Díez parece estorbar a un PSOE que desea preservar un margen de maniobra mucho mayor para los gobiernos en el caso de negociaciones con organizaciones terroristas, obviamente dificultadas por la línea dura de legislación antiterrorista europea impulsada hasta ahora por la Comisión de Libertades Civiles.
Esta falta de sintonía puede explicar las maniobras contra ella registradas en el interior de su partido. Rosa Díez en los últimos años se ha destacado por su postura independiente y crítica hacia diversas iniciativas políticas de su partido y del gobierno socialista, como el acercamiento a los nacionalistas, la ruptura con el PP y la congelación del Pacto por las Libertades en política antiterrorista, o los conflictos con los colectivos de víctimas. Ha publicado en diversos periódicos numerosos artículos en este sentido, recibiendo por ello las críticas del aparato de dirección del partido.
El cambio de dedicación que le impone la dirección del PSOE es, sin duda alguna, una represalia por su postura independiente y crítica con algunos de los giros gubernamentales en la lucha contra ETA, y en general contra la complicidad con los nacionalistas vascos y catalanes. Rosa Díez apoyó al también defenestrado Nicolás Redondo Terreros cuando la crisis del PSE tras las elecciones vascas del 2001, y es miembro activo de Basta Ya. Esta historia es otra muestra elocuente de la conversión de los grandes partidos políticos en organizaciones monolíticas que no admiten el disenso ni la crítica, que se mueven por consignas en lugar de con argumentos, y que practican internamente métodos autoritarios de exclusión y represalia difícilmente compatibles con las normas elementales de la democracia, basada en la deliberación y contraste de ideas, y en los derechos inalienables de las personas frente a los supuestos derechos colectivos.
viernes, 17 de marzo de 2006
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