jueves, 29 de junio de 2006

Es la libertad, sólo eso

ABC 29/06/06

POR JOSÉ MARÍA LASALLE, Diputado y Secretario de Estudios del PP

Es la libertad, sólo eso
«LA primera de todas las fuerzas que dirigen el mundo es la mentira». Eso decía Jean-François Revel, y algo parecido empieza a pasar en la España que gobierna Zapatero. Por eso respondo a la tribuna publicada por José Andrés Torres Mora bajo el vocinglero -y populista- título de: «¡Es la democracia, liberal!» (ABC, 23 de junio). Porque me desagrada ver cómo en mi país se vuelve a utilizar el estilo de la cultura política que cayó con el Muro y que todavía impera en algunas partes del trópico caribeño. Mi formación intelectual es europea y liberal. Estoy sin complejos en el Partido Popular, no tengo que subir la voz para demostrar que soy demócrata, trabajo en el proyecto centrista que dirige Mariano Rajoy y puedo decir a José Andrés Torres Mora, miembro de la Ejecutiva del PSOE, que ha manipulado conscientemente mis palabras con el disimulo que caracteriza a su líder. Es más, ha enmendado lo que Aristóteles decía de su maestro Platón y ha demostrado públicamente que el militante socialista sigue siendo fiel escudero del amigo que tiene en su jefe de filas. Se ve que el runrún disciplinario de Ferraz está muy activo y que aumenta la nómina de los damnificados por el conocido «talante» del secretario general del PSOE.
Como diría Isaiah Berlin, entiendo a Torres Mora, aunque no apruebo lo que hace. Su tribuna está escrita por persona interpuesta, y se nota. Exhibe el drama de un partido atrapado dentro de un campo de reeducación cuyo perímetro lo marcan las obsesiones políticamente inconfesables de un Zapatero que sostiene su liderazgo a fuerza de «baraka» y cintura. Esto me confirma que los populares debemos seguir manteniendo una firme beligerancia liberal frente al «momento maquiavélico» que ha hecho que personas inteligentes y equilibradas como el profesor Torres Mora incurran en la manipulación de la verdad, citando sin ajustarse a la literalidad o deformando los argumentos del adversario para atribuir lo que no se ha dicho. Me parece lamentable esta estrategia. Sobre todo porque omite un dato significativo. Mi tribuna del 14 de junio fue escrita apelando a un ejercicio crítico, responsable y sensato de la libertad: un «momento liberal» en medio de las difamaciones y agresiones físicas que sufríamos los populares durante la campaña del referéndum del Estatuto catalán. El militante que es Torres Mora consideró este hecho irrelevante. Quizá porque el PSOE sigue sin mostrar la decencia democrática y liberal de condenar la violencia y el linchamiento moral padecido por los populares desde el «Prestige», la guerra de Irak y los asedios a nuestras sedes durante la ominosa jornada de reflexión del 13 de marzo de 2004. Ya se sabe que, para la izquierda que defiende Torres Mora, la democracia es una cuestión de «cantidades» y no de «calidades» institucionales y procedimentales. Claro que así se explican muchas cosas. Por ejemplo, que se dañe la dignidad del Estado de Derecho manipulando el sentimiento de paz de los españoles; que se vulnere el concepto de Nación liberal-igualitaria de nuestra Constitución y se sustituya por otro confederal basado en derechos históricos premodernos y anti-ilustrados; que se revise la historia desde el poder mediante un uso dirigista del pasado; que se pongan en marcha políticas laicistas que lesionan la libertad de conciencia; que se pasen por alto detenciones ilegales o, en fin, que se vulneren las normas de competencia para arropar operaciones empresariales afines. Precisamente, estas vulneraciones de la «calidad» liberal de las políticas democráticas son las que chocan con la España real y las que crean tensiones sociales y políticas. Algo que el diputado Torres Mora no entiende. Tendría que asumir antes que la libertad consiste, según Ortega, en existir desde un fondo personalísimo, no en que se ponga sin más una papeleta de voto en la mano de alguien.
Nada tengo que decir a las críticas que dedica a mi reflexión sobre los traumas que están detrás de la izquierda española que aupó a Zapatero al frente del PSOE. Me atengo a lo dicho. Tampoco voy a responder las palabras que dedica a la trayectoria política de un partido, el Popular, que vino al mundo con la democracia y la Transición. Aquí tan sólo le pediría un favor: que cuando dispare la munición de siempre, por favor, no olvide que somos muchos los que, estando en el PP, provenimos, también, de familias republicanas que asumieron, con Julián Marías, que la Guerra Civil fue un punto y aparte que concluyó con la victoria de los injustamente vencedores y la derrota de los justamente vencidos. Por mi parte no tengo nada más que decir. Termino apelando a quien habla por boca de mi amigo Torres Mora. Le pido que revisite su propia memoria y que haga un repaso de la trayectoria intelectual del PSOE a partir de los hechos, no de las obsesiones. Tener más de un siglo de historia detrás complica la nitidez científica de los contornos de un partido que nació republicano cuando todavía vivía Marx y que tardó mucho tiempo en comprometerse plenamente con los valores de la sociedad abierta, tanto que hubo que esperar hasta después de la Transición y el referéndum de la OTAN. Tratar de superar el legado modernizador de la izquierda española que lideró Felipe González es una hazaña demasiado grande para algunos, incluso después de ganar democráticamente en el difícil e inesperado tramo final de las elecciones del 14 de marzo.

viernes, 23 de junio de 2006

Renacimiento nuclear

EL PAÍS 22/06/006

PATRICK MOORE

Renacimiento nuclear
A principios de los años setenta, cuando ayudé a fundar Greenpeace, creía que la energía nuclear era sinónimo de holocausto nuclear. Esa convicción fue lo que inspiró el primer viaje de Greenpeace a lo largo de la espectacular costa rocosa del noroeste de EE UU para protestar contra las pruebas de bombas de hidrógeno realizadas por ese país en Alaska.Treinta años después, he cambiado de opinión, y el resto del movimiento ecologista debería hacer lo mismo, porque la energía nuclear es la única fuente de energía no emisora de gases invernadero que puede reemplazar con efectividad a los combustibles fósiles, satisfaciendo al mismo tiempo la creciente demanda mundial de energía.
Examinemos la principal fuente mundial de gases de efecto invernadero: el carbón. Aunque proporciona electricidad barata, el consumo mundial de carbón genera unos 9.000 millones de toneladas de CO2 cada año, en su mayoría provenientes de la producción energética. Las centrales de carbón causan lluvia ácida, niebla tóxica, enfermedades respiratorias y contaminación por mercurio, y contribuyen enormemente a la emisión de gases de efecto invernadero.
Por otra parte, las 441 centrales nucleares en funcionamiento en todo el mundo evitan la emisión de casi 3.000 millones de toneladas de CO2 al año. Sólo en España, ocho reactores nucleares evitan ya la emanación de aproximadamente 50 millones de toneladas de CO2 al año, y proporcionan sin problemas el 20% de su electricidad. En resumen: la energía nuclear es limpia, rentable, fiable y segura.
No soy el único activista y pensador medioambiental con experiencia que está cambiando de opinión sobre este tema. James Lovelock, destacado científico atmosférico, cree que la energía nuclear es la única manera de evitar el cambio climático catastrófico. Stewart Brand, fundador del Whole Earth Catalogue y pensador ecologista holístico, afirma que el movimiento ecologista debe aceptar la energía nuclear para reducir su dependencia de los combustibles fósiles.
Hay indicios de que se está dando un cambio de actitudes incluso entre los más fieros paladines antinucleares. En diciembre del año pasado, asistí a la cumbre climática de Kioto en Montreal, Canadá, donde hablé sobre el futuro y la energía sostenible. Argumenté que la única manera de reducir las emisiones de combustibles fósiles provenientes de la producción de electricidad era mediante un programa agresivo de energías renovables clave (hidroeléctrica, bombas geotérmicas y eólica), junto con la energía nuclear. El portavoz de Greenpeace fue el primero en responder, y pensé que me esperaba una buena reprimenda. Por el contrario, empezó diciendo que estaba de acuerdo con casi todo lo que yo había mencionado, salvo la parte sobre la energía nuclear, por supuesto, pero se percibió una clara sensación de que era posible encontrar puntos de acuerdo.
Las energías eólica y solar tienen un papel que cumplir, pero al ser intermitentes e impredecibles, no pueden sustituir a las grandes centrales de suministro básico, como las de carbón, las nucleares o las hidroeléctricas. El gas natural, un combustible fósil, ya es demasiado caro, y su precio y suministro son demasiado volátiles. Visto que la explotación de los recursos hidroeléctricos ya ha llegado a su capacidad máxima, por eliminación se llega a la energía nuclear como el único sustituto viable a gran escala, rentable y seguro para el carbón y el gas natural. Es así de sencillo.
Ello no equivale a decir que no existen problemas reales asociados a la energía nuclear. Cada preocupación merece ser tratada con detalle. Preocupación: la energía nuclear es cara. Realidad: la energía nuclear es una de las fuentes de energía más baratas. Preocupación: las centrales nucleares no son seguras. Realidad: Chernóbil tarde o temprano tenía que sufrir un percance. Este primitivo modelo de reactor soviético no tenía estructura de contención, su diseño inherente era erróneo y sus operarios, literalmente, lo hicieron explotar.
Preocupación: los residuos nucleares serán peligrosos durante miles de años. Realidad: después de 40 años, el combustible nuclear utilizado contiene menos de una milésima parte de la radioactividad que tiene al salir del reactor. Y es incorrecto llamarlo residuos, ya que después del primer ciclo sigue conteniendo el 95% de su energía potencial.
Preocupación: los reactores nucleares son vulnerables a los ataques terroristas. Realidad: las estructuras de contención de un metro y medio de hormigón reforzado protegen su contenido. Preocupación: el combustible nuclear puede orientarse a la fabricación de armas nucleares. Realidad: las armas nucleares ya no están inexorablemente ligadas a las centrales nucleares. Irán, por ejemplo, no posee un reactor para generar electricidad, y sin embargo ya podría tener capacidad para fabricar una bomba nuclear.
Además de la reducción en la emisión de gases de efecto invernadero y el abandono de nuestra dependencia de los combustibles fósiles, la energía nuclear ofrece dos ventajas para el medio ambiente. Para empezar, supone un camino importante hacia la "economía del hidrógeno". Los fabricantes de automóviles no cesan de mejorar las células de combustible de hidrógeno y es posible que, en un futuro próximo, esa tecnología se convierta en una fuente importante de energía.
Segundo, la energía nuclear podría utilizarse como solución para otra crisis en ciernes: la falta cada vez más acusada de agua potable para el consumo humano y la irrigación. En todo el mundo se están aplicando procesos de desalinización para obtener agua potable. Mediante el uso del calor excedente de los reactores nucleares, se podría desalinizar agua y se saciaría la creciente demanda de agua potable.
Una combinación de energía nuclear, eólica, geotérmica e hidroeléctrica sería un método seguro y ecológico para cubrir la creciente demanda global de energía.

domingo, 18 de junio de 2006

Sueños que matan y muros inútiles

EL PAIS SEMANAL 18/06/06

ROSA MONTERO
"Entonces entendí el fracaso del sistema socialista: se hundió porque impedía soñar, y los sueños, ya sean grandiosos o ridículos, forman parte esencial del ser humano."

Sueños que matan y muros inútiles

Cada vez empiezan su trágico viaje desde más abajo. Primero fue Marruecos, luego Mauritania, ahora Senegal. Cuanto más lejos botan las pateras, más posibilidades de morir. Mientras tanto, nosotros levantamos vallas, ponemos patrulleras, reclamamos la presencia de la Armada, pedimos a la Unión Europea que haga algo. Pero todos los esfuerzos represivos y defensivos parecen inútiles: es como intentar contener el agua del mar entre las manos. Europa es un castillo fatalmente sitiado, una pequeña isla en mitad de un océano de desesperanza. ¿Alguien cree de verdad que podemos defendernos de su necesidad? Son muchos, cada día son más y están dispuestos a intentarlo una y otra vez hasta perder la vida. Que es lo único que tienen. O casi lo único.África es un continente trágico y en muchos sentidos agonizante. La sequía que actualmente padece ha agravado una situación ya de por sí límite y ocho millones de personas corren un riesgo crítico de morir de hambre. Sin duda los inmigrantes vienen espoleados por la miseria y la hambruna, pero no es sólo eso lo que les moviliza. Porque estos sórdidos viajes hacia las costas españolas suelen costar bastante dinero: al parecer, y dependiendo del barco y de la ruta, cada individuo paga entre 600 y 3.500 euros al traficante. Son sumas respetables, sobre todo en el contexto africano. En los pueblos de origen de donde provienen los inmigrantes tal vez hubieran podido invertir ese dinero en otra cosa. En el comienzo de un pequeño negocio, por ejemplo. No, no es sólo el hambre, ni la necesidad más elemental, lo que hace que estos desheredados de la Tierra se lancen a una aventura tan peligrosa. Yo creo que lo que de verdad les mueve es el ideal, el sueño rutilante del paraíso europeo, el brillo cegador de nuestra confortable sociedad de ricos, tal y como la adivinan en la televisión y en las películas.
Lo cuenta muy bien Sandor Marai en la que posiblemente sea su mejor obra, ¡Tierra, tierra! (Ed. Salamandra), un fascinante libro de memorias en el que relata tres años de su vida, de 1945 hasta 1948, es decir, desde que Hungría fue invadida por los soviéticos, al final de la Segunda Guerra Mundial, hasta que Marai abandonó su país y marchó al exilio. Explica el escritor que, cuando las tropas rusas entraron en su pueblo, un grupo de soldados se instaló a vivir en su casa de antiguo burgués. Eran chicos muy jóvenes, nacidos y crecidos en el régimen soviético. Y dice Marai que lo que más les interesaba de todo cuanto él poseía era un ejemplar antiguo de la revista norteamericana Esquire. “Lo tenían constantemente al alcance de la mano y lo hojeaban sin parar en su tiempo libre, incluso llegaban rusos alojados en otras casas y se lo arrebataban a los nuestros”. Los soldados, claro, no entendían inglés; cuando se embebían durante horas en la contemplación de la ajada revista era para disfrutar de los anuncios publicitarios, de “las neveras eléctricas, zapatos de caballero de ante, raquetas de tenis último modelo, joyas extravagantes”. Embriagadoras fotos del paraíso.
Al cabo, con el tiempo, el régimen socialista se derrumbó por eso. Cuando cayó el muro de Berlín yo estaba por allí haciendo un reportaje para este periódico. De la noche a la mañana, los supermercados orientales, antes lastimosamente vacíos, se llenaron con los productos occidentales, empaquetados con alegres colorines y tan vistosos como regalos navideños. Entre los pasillos de una tienda vi a una mujer de unos sesenta años que empujaba un carro vacío. “¿Qué le parece la caída del Muro?”, le pregunté. “Algo maravilloso. Mire todas las cosas que hay ahora, y antes no teníamos nada”, contestó. Pasándome de lista, argüí: “¿Y de qué le sirve que haya tantas cosas, si ahora no dispone de dinero para adquirirlas?”. Y ella dijo: “Es cierto, ahora no tengo dinero, pero las cosas están ahí, a mi alcance, y puedo soñar con comprarlas mañana”. Entonces entendí el fracaso del sistema socialista: se hundió porque impedía soñar, y los sueños, ya sean grandiosos o ridículos, forman parte esencial del ser humano.
Son esas quimeras, esa visión de un mundo sin duda mejor que el suyo, pero al que además la distancia dota de un carácter edénico, lo que envenena a los inmigrantes africanos. O, con palabras de Marai, en Europa “ven lo posible más allá de lo indispensable”, un horizonte ubérrimo que les vuelve locos. Seguirán viniendo y seguirán muriendo, porque la historia ha demostrado que no hay muro capaz de contener los sueños.

martes, 13 de junio de 2006

Lawrence Lader, activista por el derecho al aborto en EE UU

EL PAÍS - Gente - 11-06-2006

Sus escritos sobre libre elección de maternidad fueron decisivos
BARBARA CELIS

Lawrence Lader, activista por el derecho al aborto en EE UU
Conseguir la legalización del aborto no sólo fue una lucha protagonizada por mujeres. Lawrence Lader, escritor y activista, fallecido el pasado 14 de mayo en Nueva York a los 86 años, fue definido por la escritora feminista Betty Friedan como el padre de un movimiento que culminó en 1973 con la legalización del aborto en Estados Unidos.Fue uno de los fundadores del National Abortion Rights Action League, y a lo largo de cuatro décadas publicó libros y ensayos en torno a un tema que siempre consideró esencial para que la mujer pudiera realmente ser dueña de su propio destino.
Su curiosidad y su inquietud intelectual le llevaron primero a Harvard, donde se graduó en la década de los cuarenta, y después hasta el ruedo político, donde llegó a ser candidato del Partido Laborista por Nueva York y perdió. Tras haber trabajado como colaborador de revistas como The New Yorker, The New Republic o The Reader's Digest, decidió que escribiría su primer libro y escogió la figura de Margaret Sanger como objeto de estudio.
Pionera en la lucha por el control de natalidad, Sanger accedió a que Lader escribiera su biografía, un hecho que cambiaría para siempre la vida del autor. "Trabajar con ella me convenció de que la libertad de una mujer en los estudios, su profesión o en su vida privada sólo puede alcanzarse cuando se tiene la libertad de elegir cuándo ser madre", declaró Lader en una entrevista publicada por The New York Times en 1991.
Durante su investigación para aquella biografía, Lader escuchó atentamente la voz de una activista cuyo compromiso para conseguir que las mujeres accedieran a métodos contraceptivos había comenzado en 1910, tras ser testigo del horror provocado por los abortos clandestinos, que cada año mataban a miles de mujeres estadounidenses. En la década de los cincuenta, las muertes habían disminuido gracias al uso extendido de los antibióticos, pero el aborto seguía siendo ilegal.
Fascinado por el tema, en 1966 Lader publicó el primer libro de investigación, Aborto, que ayudaría a dar un giro a la historia legal estadounidense. En 1973, cuando se ganó el célebre juicio Roe frente a Wade, por el que el Tribunal Supremo legalizó ese derecho, el tribunal citó el libro de Lader al menos siete veces en su sentencia. "No sólo es un libro sobre la hipocresía y el absurdo de las prácticas abortivas. Es una propuesta valiente sobre lo que las mujeres tienen que hacer para abolir una relación de poder frente a un Estado que las obliga a tener hijos contra su voluntad", dijo sobre el libro la feminista Friedan.
Tras su publicación, un grupo de allegados se reunió en 1968 en el apartamento de Lader con la intención de crear una organización de carácter nacional que agrupara su lucha. Un año después nacía la National Association to Repeal the Abortion Laws, que en 1973, tras la sentencia favorable del Tribunal Supremo, se transformó en la National Association of Abortion Rights, hoy conocida como NARAL Pro Choice America.
Pero a finales de los años setenta Lader la abandonó, alegando que se había vuelto demasiado conservadora, y fundó otro grupo, Abortion Rights Mobilization, que le sirvió de plataforma para luchar por la legalización de la píldora abortiva RU-486, que recientemente ha vuelto a ser puesta en entredicho en algunos Estados de la Unión, donde el derecho al aborto también está volviendo a discutirse 30 años después de su legalización.

I+D

EL PAÍS 13/06/06

ROSA MONTERO

I+D
De todos es sabido que en España se nos da fatal lo de la I+D. Unas siglas que significan Investigación más Desarrollo, pero que también podrían referirse a Izquierdas más Derechas. En realidad, en lo que somos una completa nulidad es en lo de sumar y compartir. Y lo que se nos da de perlas es restar, dividir y mordernos la yugular unos a otros.Es verdad que existe una derechona intratable, inamovible e insoportable. La componen unas personas de talante feroz que siempre están en contra de todas aquellas reformas sociales que pueden mejorar la vida de la gente. ¿Que se habla de la sedación de los enfermos terminales, para que no sufran indecibles torturas para morir? Pues nada, ellos montan unas cruzadas abominables, persiguen a médicos y son el origen y la causa de muchas agonías desesperadas que están ocurriendo en nuestros hospitales día tras día. ¿Que se hace una ley para permitir el matrimonio homosexual? Arman una escandalera ensordecedora, como si la sociedad estuviera en riesgo por esa menudencia. ¿Que se hace una Propuesta no de Ley para evitar el maltrato a los grandes simios? Aúllan que equiparar el ser humano a los animales (¿?) es un pecado. ¿Que se intenta evitar que los transexuales tengan que mutilarse bárbaramente y poner en riesgo sus vidas para que se les reconozca su sexualidad? Pues también les parece una atrocidad, probablemente porque desean que paguen su supuesta aberración con dolor y sangre. Qué falta de compasión y qué estupidez, la de la derechona. Se diría que están todo el rato pendientes de ver qué mejoras se introducen para oponerse a ellas inmediatamente.
Pero el caso es que también existe una izquierdona intolerante, insufrible e inadmisible. Son esos tipos que apoyan o disculpan a dictadores como Castro; que enseguida tildan de fascista a cualquiera que no piense como ellos, sin advertir que al comportarse de manera tan dogmática ellos demuestran ser los verdaderos fascistas; que manipulan la realidad e inventan enemigos, para seguir sintiéndose puros y perfectos. En fin, a ver si izquierdas y derechas nos libramos de estos miserables, de estos energúmenos, y aprendemos por fin a sumar, que va siendo hora.

lunes, 12 de junio de 2006

Algo habrá que darles

El País 12/06/06

MAITE PAGAZAURTUNDUA RUIZ

Algo habrá que darles
En el diccionario de la RALE, la voz "pragmatismo" señala que se trata del "método filosófico según el cual el único criterio válido para juzgar de la verdad de toda doctrina científica, moral o religiosa se ha de fundar en sus efectos prácticos". Detrás de la expresión "doctrina científica, moral o religiosa" de la definición anterior podríamos añadir el adjetivo "política" a los efectos de este artículo. Este diccionario también identifica como pragmatismo la "propensión a adaptarse a las condiciones reales".
¿Cuál es el efecto práctico que buscamos con respecto a ETA y Batasuna? Hay distintas posibilidades; por tanto, permítanme que señale algunas de las que podrían ser más comunes: a) Que dejen de matar. b) Que dejen de matar y que los principios democráticos borren todo resto de autoritarismo en la sociedad vasca incluso durante su final. c) Que dejen de matar, que se borre todo resto de autoritarismo en la sociedad vasca incluso durante su final y dos huevos duros: que no se equipare a las víctimas y a los verdugos. Porque hemos tenido que escuchar a un obispo vasco nacionalista afirmar que víctimas y verdugos son ambas víctimas, aunque de distinta manera. La primera cuestión que debemos determinar con claridad meridiana es cuál es el efecto práctico que buscamos o con el que nos conformamos. No lo hemos hecho suficientemente y hablamos de cosas distintas, unos y otros, me parece.
La filosofía del "algo habrá que darles" a los etarras, miembros de Batasuna y nacionalistas en general corresponde al aliento pragmático de un número importante de ciudadanos y al primer objetivo, que dejen de matar. De sus palabras y coletillas se desprende que, aunque no olvidan que los etarras encarcelados merecen cumplir sus condenas hasta el final y los de Batasuna merecen el descrédito social durante largo tiempo por el horror inferido, finalmente algo habrá que darles para que dejen de matar y, si no condenan los asesinatos cometidos y el miedo y la tortura que han supuesto para tanta gente, habría que buscar fórmulas en que se encuentren cómodos. Los pragmáticos desean tan intensamente que no se frustre esta tregua que nos animan a "no hacer caso de las palabras (de Batasuna y ETA, se entiende), sino de los hechos" (que no están matando). Considero que lo que se pretende es alargar los días sin muertos para que finalmente los de ETA no puedan dar marcha atrás; pero, claro, los estrategas del mundo de Batasuna y ETA también saben esto y cuentan con ello para no dejarse capturar por la administración de los tiempos del gobierno. De hecho, de momento, más bien parecen ir ganando los de Batasuna y ETA en ello, en la administración de los tiempos, muy especialmente si atendemos a lo que señalan hoy sus analistas afines con datos, muchos datos.
Permítanme una digresión. Estamos al inicio de un nuevo Campeonato Mundial de fútbol y España no lo ha ganado nunca, pese a contar con una liga de altísimo nivel. Mi marido dice que es comparable a las ligas italiana e inglesa. Mis escoltas dicen que es incluso mejor. Por los comentarios que les oigo durante estos días, no parece que ninguno de ellos apueste por que la Selección Española vaya a conseguir ganar el Mundial. Es, pues, un objetivo casi épico. Imaginemos que podemos llegar a ganar el Mundial de fútbol, metiendo un gol con la mano, sin que nos vea el árbitro o, al menos, no en el momento de dar por bueno el gol. Aunque me quede en minoría digo: así no. Y no se trata de que esté en contra de que España gane el Mundial.
No habría utilizado el ejemplo anterior si no me pareciese detectar la existencia de derivas y fugas más o menos claras hacia el infantilismo psíquico en la actual estructura de la opinión pública española. Como reproduciendo una gran batalla que no atiende a hechos, sino a siglas de forma ciega, y a mantras cerrados, más que a argumentos, y una cierta tendencia que de seguir así puede llegar al delirio colectivo, entendido todo ello en los términos en que lo expresó Sigmund Freud en 1930 en "el malestar en la cultura" cuando se refería al fundamentalismo religioso, aunque lo denominaba religión a secas. Estaba, en realidad, definiendo los rasgos del forofismo, del sectarismo, de nuestro más genuino espíritu cainita.
Hay muchos pragmáticos que dicen que la transición se cerró con la desmemoria y que las viudas de los represaliados de la guerra civil ni hablaron mientras se fraguaba la Constitución del año 78, ni tuvieron voz durante la larguísima dictadura. Hablan del olvido necesario. Este, por ejemplo, es un mantra. Y la apelación a la amnesia surte el efecto placebo sobre algunas conciencias. Pero, claro, el nacionalcatolicismo fue derrotado como ideología, así que no podemos hablar de la existencia de ningún tipo de impunidad ideológica. Algunos heredamos en la familia la conciencia de que no debía pasar nunca más eso de no tener ni voz, ni libertad. En nuestra casa prevaleció la memoria del abuelo socialista, encarcelado y represaliado en la posguerra, y eso que también nos narraron las historias de los pragmáticos que estuvieron todo lo a bien que se podía con el régimen franquista mientras duró y sólo en sus estertores redescubrieron sus ideales políticos, el euskera para sus hijos... Con Franco se trataba de que faltaba la libertad. Con ETA se trata de lo mismo, de que amenazan con el asesinato para obligarnos a soluciones nacionalistas para el País Vasco. No es un secreto que pertenezco a la corriente de ciudadanos que se identifican con lo que ha dado en calificarse como partidarios de la "firmeza democrática" para derrotar a ETA. Yo, sin reservas, me apunto al objetivo c) del primer párrafo. Sé que es más difícil a corto plazo, pero me parece que contiene menos riesgos a medio plazo para preservar la calidad democrática de nuestro sistema político. Y sobre todo, consuela más a muchas víctimas y conforta más a los que más han aguantado el tipo por conseguir libertad para todos. No apacigua a los intolerantes. Eso es también así. Me parece un riesgo que debemos asumir. Es un riesgo.
En el asunto de que hablamos no todo es blanco o negro, por supuesto. Pero tenemos que elegir la información que nos parece relevante y, en mi opinión, lo primero que debemos tener en cuenta es que ETA no ha entregado las armas y que ha declarado una tregua condicionada y reversible. Por eso, muchas víctimas están tan susceptibles, con las heridas tan abiertas. Se les están deshaciendo sus sueños entre los dedos y Batasuna, con su chulería, les echa sal en las heridas, cada día. Dos generaciones de víctimas de ETA han soñado con derrotarlos y consideran que Batasuna no debe ser exonerada ahora de su responsabilidad en el horror por la puerta de atrás. La decisión de ser recibidos por los socialistas vascos sin haber renunciado a ese pasado -con la advertencia de que en caso contrario todo saltaría por los aires- es una conquista objetiva de Batasuna y no es una cuestión menor en mi humilde opinión. Hay muchas víctimas de ETA que temen que los de Batasuna terminen por ser aceptados con su teoría del conflicto y de los muertos como efectos colaterales indeseados, como ausentes involuntarios. Los pragmáticos pueden aceptar buscar únicamente el efecto práctico de evitar más muertos, aceptando para ello el diseño de Anoeta con sus dos mesas, el modelo de conciliación, sin "vencedores ni vencidos", o sea, la paz de Azkoitia más o menos maquillada. Al menos de momento, y esperar tiempos mejores. La opción primera de conformarse con que dejen de matar.
Pero esto lo saben los de Batasuna. Conocen a la perfección nuestra opinión pública, nuestro cainismo político, las dos grandes tendencias, la pragmática de la conciliación y la de la firmeza democrática. Y saben presionar y atornillar. La presión funciona en el juego con los pragmáticos, y Batasuna y ETA presionan. Así las cosas, y con todo respeto al Gobierno -no es blanco o negro, tal vez ellos tampoco esperaban que los pilotes del llamado proceso de paz estuvieran clavados en arenas movedizas-, yo considero que no se puede premiar la barbarie, ni a los bárbaros. Por un tema de calidad democrática. Porque no nos estallen los relatos en las manos en la siguiente generación... O en ésta.

sábado, 10 de junio de 2006

Cuidado, saleroso

El país 10/06/06

FERNANDO SAVATER

Cuidado, saleroso
Quizá la más conocida de todas las citas de Abraham Lincoln sea esa en la que afirma que "se puede engañar a parte de la gente todo el tiempo o a toda la gente parte del tiempo, pero no se puede engañar a toda la gente todo el tiempo". Pese a su venerable retórica, parece algo digno de ser recordado en el actual tira y afloja político a raíz de que ETA declarase su forzoso alto el fuego permanente. Subrayo lo de "forzoso" para que nadie olvide que no se trata de una concesión generosa de la banda, sino de un callejón sin salida al que ha llegado no porque se haya cedido a sus exigencias, sino porque se la ha acorralado -nacional e internacionalmente- sin ceder a ellas. Sin embargo, ETA no se ha disuelto, ni ha entregado las armas, ni ha desaparecido de la noche a la mañana (sus idas y venidas por Francia revelan que sigue activa aunque en suspenso, a la espera de ver qué es lo que le conviene hacer). Es posible que aún siga enviando cartas de extorsión a los empresarios: en cualquier caso, es seguro que nos ha mandado una carta de extorsión colectiva a todos los españoles, a través del Gara y de sus portavoces habituales de Batasuna, con exigencias políticas y territoriales muy claras. Y es el momento de recordar lo que siempre se ha recomendado a quienes recibían esas cartas: que no pagasen, aunque ello implicara correr riesgos. Supongo que tal consejo es válido también para el chantaje colectivo y no sólo para el individual...
Por decirlo suavemente, la actitud del Gobierno en esta tesitura está llena de contradicciones que nos preocupan cada vez más a quienes hemos querido democráticamente confiar en su gestión del asunto. De ahí el recordatorio de la frase de Lincoln citada más arriba. Si de lo que se trata es de que representantes institucionales se reúnan con los jefes de la banda para organizar con ellos el abandono definitivo de las armas, salidas individuales judicialmente aceptables para los terroristas, acercamiento gradual de presos, etc., el asunto puede resultar más o menos vidrioso, pero sin duda merece la pena intentarlo. La "mesa con ETA", por llamarla así, puede despertar preocupación o llamadas a la prudencia, pero no escándalo. Lo que en cambio parece imposible de asumir por instinto de conservación democrático es mezclar esas conversaciones con otras de corte político en las que se involucrarían en un totum revolutun los portavoces del terrorismo, el resto de los partidos nacionalistas y acólitos en busca de réditos por el fin de la violencia (tras haber obtenido tantos antaño de la violencia misma) y los representantes de los partidos constitucionales, es decir, de los ciudadanos que han padecido estos años la coacción terrorista. Y todo ello en una segunda "mesa", "espacio" o lo que sea, situada fuera del Parlamento y de las instituciones, que quedarían así visiblemente suspendidas y entre paréntesis derogatorios como ETA siempre ha pretendido.
Si yo no les comprendo mal -y a estas alturas comprenderles bien no resulta precisamente fácil-, el Gobierno y el PSE dan por buena y necesaria esta segunda mesa, ayer decían que "en ausencia de violencia" y hoy parece que también con violencia, al menos latente y amenazante. Una pregunta cándida pero necesaria y que sin embargo aún no he escuchado: ¿alguien puede facilitar a los ciudadanos un solo argumento a favor de la necesidad o de la oportunidad de tal mesa, aunque haya acabado la violencia terrorista? ¿Es que acaso hay temas que no pueden tratarse en el Parlamento, que es la institución destinada al debate político en democracia? Si los partidos que van a reunirse en ese foro son legales, ¿por qué no van al Parlamento, como han venido haciendo hasta ahora, y marcan los cánones constitucionales? Si algunos no son legales, ¿por qué los demás van a reunirse institucionalmente con ellos, poniéndose a su altura, en lugar de presionarles con su no reconocimiento fáctico para que se legalicen cuanto antes? Se dice que después de la violencia, vendrá la política. ¿Qué política? ¿No se ha hecho política democrática hasta ahora en el País Vasco? ¿No se han sometido a elecciones los candidatos constitucionales amenazados, aun sabiendo que tenían muy limitadas sus posibilidades de expresión política por la violencia terrorista? ¿No han muerto Gregorio Ordóñez, Fernando Buesa y tantos otros por intentar hacer política, contra viento y marea? ¿Resulta ahora que los nacionalistas del PNV y EA, que llevan gobernando, haciendo y deshaciendo a su antojo educativa e informativamente, monopolizando la política en el País Vasco gracias a que los demás están acogotados por ETA, aún necesitan nuevas concesiones del Estado y más manos libres para blindar definitivamente su espuria hegemonía? ¿Hay que concederles alguna compensación ya que en el futuro van a perder la ventaja política que les atribuía la actividad de ETA?
A favor de la segunda mesa de partidos sólo puede haber dos argumentos, aunque nadie se moleste en darlos explícitamente porque son difíciles de sostener en público. El primero es que ya se ha pactado bajo cuerda con los nacionalistas -tanto con los que muerden como con los que de momento llevan el bozal puesto- que habrá semejante concesión política para que ETA opte definitivamente por la jubilación. Será el momento de buscar una fórmula en la que "todos los partidos vascos se sientan cómodos". Ahora bien, no existe una mágica fórmula política según la cual puedan estar simultánea e igualmente cómodos los partidarios de los derechos ciudadanos y los que piensan que los derechos son inherentes a los territorios, los que mantienen que el ser -es decir, la identidad étnica- cuenta más que el estar -o sea, la igualdad constitucional- y quienes opinan lo contrario, los que creen que sólo hay que abrir el estado de derecho por arriba, hacia la unidad europea, y los que desean desguazarlo por abajo, hacia las inacabables y legendarias "realidades nacionales" que vayan proponiéndose. Hay que elegir también aquí, como es preciso elegir entre educación confesional o laica, guerra preventiva o prevención de la guerra, asistencia social justa a quien padece cargas familiares extraordinarias o simple caridad privada, etc. A fin de cuentas, el final político de ETA no puede ser más que el refrendo de la Constitución, es decir, de las normas para la libertad de todos, o el refuerzo del nacionalismo obligatorio y omnicomprensivo que consigue en esta "nueva etapa" más privilegios. O lo uno o lo otro, pero todo a la vez y por igual, desde luego que no.
El segundo argumento a favor de la mesa de partidos (y su paso previo, el entendimiento torticero del PSE con Batasuna) es que sin tal concesión queda bloqueado el "proceso de paz" (¿) y ETA puede volver a las andadas. Ante eso, no podemos sino remitirnos a lo aconsejado en caso de recibir una carta de extorsión: por el bien de todos, resistir y no pagar. ¿Que Batasuna bloquea no sé qué? Pues es problema suyo, porque los que están ilegalizados son ellos y ellos son los que necesitan normalizar su situación para gozar de lícitas ventajas institucionales. O espabilan ahora o tendrán que prolongar su "apartheid" hasta que lo insostenible de su posición les lleve a ceder. Los demás no tenemos prisa. ¿Que ETA se enfada? Y ¿qué va a hacer? ¿Volver al tiro en la nuca y el coche bomba en las circunstancias de la España y de la Europa actuales, que le son tan poco propicias? No cabe duda de que puede hacer sufrir todavía, pero lo que no consiguió antaño con vientos históricos más favorables, menos va a lograrlo ahora. Prolongará nada más la retahíla de sus presos y el sacrificio idealista e ingenuo de jóvenes arrastrados hacia la violencia. Los que tanto les hemos resistido ya, podemos resistirles un poco más todavía. De modo que ellos verán. El alto el fuego permanente es una noticia excelente si lleva a que los militantes dejen ETA y acepten la legalidad; pero sería muy malo si determinase que es la legalidad la que debe reconocer a ETA. Y hay que ser muy bribón o muy obtuso para decir que quienes ponen condiciones a la negociación no quieren la paz. ¿Paz? Los que hemos vivido décadas bajo la paz franquista y hemos padecido su propaganda ya sabemos algo de las ambigüedades de la palabreja... Aprendimos, por ejemplo, que la mayoría no quiere la paz (que si es verdadera se basa en la libertad), sino sólo que les dejen en paz, aunque sea encerrados en un corral.
Sin confianza no suele avanzarse, pero el exceso de confianza puede ser letal. El entrañable Miguel Gila contaba en uno de sus monólogos el caso de un conocido que pereció al cruzar la vía del tren. Sea por apresuramiento o por miopía, en el cartel que avisaba "Paso peligroso" leyó: "Pasa, saleroso". Y claro, le atropelló el expreso. Zapatero, resalao, ponte las gafas y mira bien a derecha e izquierda antes de lanzarte a cambiar de acera...

martes, 6 de junio de 2006

Zapatero es muy predecible

La Gaceta de los Negocios 06/06/06

Antxón Sarasqueta

Zapatero es muy predecible
Políticamente el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, es muy predecible: siempre camina en la misma dirección. El líder socialista carece de complejidad y sofisticación en su pensamiento. Es simple, lineal y cerrado. Como todos los políticos de la izquierda radical. Desde el principio de su liderazgo apuntó a la izquierda radical y no ha tenido otro eje de conducta. ¿Por qué sorprenderse entonces?
¿A quién sorprende que Zapatero y su partido dialoguen y acuerden con la banda terrorista ETA-Batasuna como han anunciado, y persigan al mismo tiempo al Partido Popular? Basta repasar la trayectoria de Zapatero al frente del PSOE para comprobar que al margen de tácticas coyunturales, ha seguido su objetivo de cambiar el régimen político e implantar un sistema de izquierdas radical. A través de un proceso de suplantación lo menos traumático e indoloro posible. Cambiando las reglas, las leyes, las alianzas nacionales e internacionales…
La diferencia entre el debate del estado de la Nación del pasado martes y el debate de hoy mismo en las Cortes es que hoy todas las cartas están boca arriba, y hace una semana Zapatero todavía se guardaba alguna. Ahora todo el mundo las puede ver. El presidente ha reconocido como interlocutores políticos a los terroristas, sin que éstos dejen las armas ni su actividad amenazante, y desde el PSOE ya se viene anunciando que serán legalizados.
El PP por su parte ha dejado muy claro que estará enfrente. No ha caído en la trampa ni en las presiones de quienes quieren que haya una oposición formal, pero poco efectiva. Se lo dijeron ayer en sendas intervenciones el líder del PP, Mariano Rajoy, y su secretario general, Ángel Acebes: “El proyecto de Zapatero es el proyecto de ETA”.
La diferencia entre lo predecible y la confirmación por los propios eventos de lo predicho no es sólo de tiempo, sino especialmente de percepción. Aunque se vea venir una conducta o forma de proceder, hay muchos —la mayoría— que prefieren seguir ciegos. “No creo que se atreva a tanto”, suelen decir para tranquilizar sus conciencias y evitar actitudes comprometedoras. Pues bien, Zapatero se atreve, y las cosas suceden.
Es la hora en que los ciegos políticamente empiezan a ver, sin necesidad de que se produzcan milagros. Y en consecuencia es también la hora en la que los iluminados empiezan a perder suelo. Zapatero ha entrado en el espacio en el que le aplauden los terroristas. “Vamos ganando”, clama Otegi. Y ha salido del espacio del mundo democrático. “Se ha producido un retroceso en términos democráticos”, le acusa directamente desde las propias filas socialistas, Rosa Díez.
¿Qué es lo siguiente? Zapatero ha entrado en el círculo infernal. Siente que su futuro y el de su proyecto de un nuevo régimen antiliberal depende de sus pactos con los terroristas, y eso acelera su estrategia deslegitimizadora de la oposición democrática y de todo aquel que se oponga a sus objetivos. Ha empezado a hacer lo propio de un político de la izquierda radical: envolverse en una bandera pacifista para justificar una eventual alianza con los terroristas.
“No voy a consentir que nadie cuestione la mejor oportunidad para la paz”, dijo Zapatero el otro día. Quien hasta hace poco vendía buen talante y diálogo dice que ya no va a consentir.
Si los socialistas han acusado al PP de utilizar su oposición al Estatuto “contra Cataluña”, también dicen que la oposición al diálogo con los terroristas es “un obstáculo contra la paz”. Son discursos genuinamente totalitarios y por tanto despreciables. La misma idea de vender como un proceso de paz lo que en la práctica supone ceder a las exigencia de la banda terrorista, produce rechazo.
Hay quien piensa que este “argumento electoral” puede concitar el apoyo de la mayoría de los electores. Dando así por supuesto —está implícito en el razonamiento— que la sociedad española prefiere rendirse a los terroristas, antes que defender la democracia y todo lo que representa como modelo de vida, libertades y bienestar. Mi opinión es muy distinta. Cuanto más radical es el proyecto, mayor es el rechazo al mismo.

Al nacionalismo por el terror

El Mundo 06/06/06

VICTORIA PREGO

Al nacionalismo por el terror
Girona. Le pegaron y después se abalanzaron sobre él y sobre el puñado de personas que le acompañaban. El periodista Arcadi Espada, colaborador de EL MUNDO, se convirtió ayer así en una víctima del terror que los independentistas radicales catalanes están dispuestos a ejercer sobre cualquiera que se atreva a negar los postulados de esa religión violenta que ellos practican. Pero la camada negra de fascistas catalanistas que esperaban a los miembros de Ciutadans de Catalunya a las puertas de la Fundación de la Caixa, en Girona, para atacarles, insultarles y, a la postre, impedir que pudieran exponer sus puntos de vista críticos con el Estatuto, no sólo ejerció el terror, antes y después del acto, sobre los participantes. También lo hizo sobre el público que se había atrevido a acercarse al lugar para escuchar a una minoría de hombres y mujeres que disienten de la doctrina oficial. «¡Hijos de puta, fascistas, fuera de aquí!». «¡Franco, Franco, Franco!».Éste era el clima ayer tarde en Girona, a las puertas del edificio donde los miembros de Ciutadans de Catalunya habían anunciado que se disponían a explicar, modestamente, al público sus puntos de vista sobre el Estatuto catalán. Diez minutos antes de las 19.30 horas, los energúmenos invadieron el diminuto vestíbulo, dispuestos a agredir a quienes se les enfrentaran. Y sucedió.Los primeros ciutadans que quisieron razonar con ellos recibieron todos los insultos imaginables: «¡No me hables en esa lengua, que no la entiendo!», vociferaban a uno que se dirigía a ellos en castellano. «¡Esa es una lengua impuesta por Franco, por una guerra y, si no sabes Historia, no la manipules y cierra la boca!».No sólo eran amenazas verbales. También hubo amenazas físicas.Yo misma estuve a punto de recibir una bofetada de manos de un hombre mayor, de unos 50 años. No se trata, pues, de unos adolescentes descarriados. El grupo de fascistas estaba capitaneado por cuatro o cinco adultos que organizaban la acción.

De todos modos, esperaban a los intervinientes, que llegaron pasada la hora. Fue el momento en que la violencia se desató, entre empujones, insultos e intentos de forzar la puerta de seguridad que daba entrada a los ascensores. Fue entonces cuando el mismo sujeto que había amenazado físicamente a otras personas, incluida yo misma, se acercó a Arcadi Espada, que intentaba abrirse paso entre los agresores y le pegó por detrás. Le dio, yo estaba entre ambos, un fuerte golpe en la cabeza. Espada se volvió instintivamente y le soltó una patada. No una patada en las espinillas: una patada alta. Pero no le dio. Y el sujeto, aullando palabras de odio, se lanzó contra Espada y contra sus acompañantes. Los Mossos d'Esquadra, mientras tanto, esperaban en la cuarta planta a que llegara la comitiva.

Pero no todo terminó ahí. Una vez finalizada su intervención, a la que asistieron finalmente 40 valientes como si fueran cristianos en las catacumbas, el grupo tuvo que aceptar la humillación de abandonar el local por la puerta de atrás, flanqueado por varios mossos de paisano. Pero la camada negra apareció de inmediato y durante cientos de metros nos siguió en un paseo que infundía pavor. Aullando «¡inmigrantes, iros a España!» y gritos a Terra Lliure, el grupo terrorista responsable de numerosos atentados durante la Transición, acosaron a los presentes, que tuvieron que refugiarse en un portal hasta que un grupo de antidisturbios llegó por fin a protegerles de esta manada de delincuentes políticos que pretende destruir la disidencia a base de terror.

domingo, 4 de junio de 2006

Una muchacha para los tigres

EL PAÍS 04/06/06

MARIO VARGAS LLOSA
"ahora no sólo los inquisidores islamistas, también algunos escribidores occidentales, la acusan ya de haberse vendido al imperialismo, acusaciones en las que es difícil discernir qué prevalece: si la estupidez, la vileza, o ambas cosas."

Una muchacha para los tigres
El 2 de noviembre de 2004, Mohamed Bouyeri, un fanático islamista de 26 años, asesinó a balazos en Holanda al cineasta Theo Van Gogh. Luego de matarlo le clavó en el estómago con su cuchillo un mensaje con amenazas a Ayaan Hirsi Alí, la joven somalí, nacionalizada holandesa, que había escrito el guión de un corto cinematográfico, Sumisión, dirigido por Van Gogh, sobre las violencias físicas y psicológicas que padece la mujer en las sociedades sometidas a las prácticas coránicas. En su poema, el asesino profetizaba que Ayaan Hirsi Alí, "herética" y "vendida a los judíos", pagaría tarde o temprano sus impiedades contra la religión de sus mayores.

La venganza de los fanáticos contra la parlamentaria y activista holandesa-somalí, de 37 años, que desde hace un par de lustros lucha de manera denodada por los derechos de las mujeres musulmanas, ha comenzado a hacerse realidad a través de la inesperada mediación de Rita Verdonk, la ministra de Inmigración de Holanda, una señora de ceño fruncido y mandíbula cuadrada y, para colmo, miembro del Partido Liberal al que pertenece Hirsi Alí, que la semana pasada, alegando que ésta había falseado su testimonio al pedir su naturalización, la despojó de la nacionalidad holandesa. Hirsi Alí debió renunciar a su escaño parlamentario.

Esta medida había sido precedida por otra, no menos repelente y cruel contra Ayaan Hirsi Alí: el fallo favorable de un juez amparando a los vecinos de la ex diputada quienes exigían que ésta abandonara el piso donde vivía en Ámsterdam, pues se sentían inseguros, debido a la posibilidad de que los islamistas que han jurado matarla bombardearan o incendiaran el edificio.

Aunque la decisión de la ministra Verdonk provocó una tempestad de críticas en toda Europa y en los círculos políticos de la propia Holanda, lo que ha obligado a aquella a anunciar que daba un plazo de seis semanas a Hirsi Alí para presentar sus descargos contra la medida que la priva de la nacionalidad, las encuestas indican que un 80% de holandeses respaldan a la señora Verdonk "por su firmeza". Con la misma claridad con que en otras ocasiones he aplaudido a Holanda por las reformas que ha sido un país pionero en llevar a la práctica -la eutanasia, la discriminalización de las drogas y el matrimonio gay-, dejo sentada mi desilusión por esta rendición vergonzosa del Gobierno y la opinión pública de un país democrático ante el chantaje del fanatismo terrorista. En los últimos tiempos, el coraje moral y la integridad cívica parecen haber sufrido una merma brutal en el país de los tulipanes.

El pretexto que esgrimió la ministra Rita Verdonk para retirarle la nacionalidad a Ayaan Hirsi Alí es que ésta había mentido al llegar a Holanda y solicitar el estatuto de refugiada: falsificó su nombre y dijo haber venido directamente de Somalia cuando, en verdad, había estado antes en Etiopía, Kenia y Alemania. Lo inmoral del asunto es que estas mentiras eran de dominio público en Holanda desde hacía tiempo, pues la propia Ayaan Hirsi Alí se había encargado de revelarlo durante la campaña electoral en que fue elegida diputada, y en artículos y entrevistas en las que ha explicado cómo, al igual que ella, es frecuente que los inmigrantes que proceden de países donde por razones religiosas, políticas o económicas llevan una vida de infierno, se valgan de cualquier argucia, incluido el falso testimonio, para ser aceptados en las sociedades europeas. ¿Por qué sólo ahora decidió la señora Verdonk proceder al respecto? ¿Acaso porque, considerando la voluntad de apaciguamiento frente al terror que parece haberse apoderado de buen número de sus compatriotas, consideró que esta medida la favorecería en su campaña para ser elegida presidenta del Partido Liberal?

En todo caso, lo ocurrido es una gran victoria para los fundamentalistas musulmanes que, como hizo Mohamed Bouyeri con Theo Van Gogh, soñaban con despanzurrar a cuchilladas a una mujer que, con una valentía tan grande como su lucidez y sus convicciones democráticas, los combatía sin tregua, denunciando su anacronismo y su ceguera y los infinitos sufrimientos y atrocidades que su fanatismo inflige a sus víctimas más indefensas: las mujeres musulmanas. A quienes quieren hacerse una idea de la resolución con que Ayaan Hirsi Alí se enfrenta al terrorismo islámico y la libertad con que opina, recomiendo la colección de ensayos, entrevistas y artículos que se ha publicado recientemente en español: Yo acuso (Galaxia Gutenberg).

Ayaan Hirsi Alí nació en Somalia, hija de un dirigente político opositor al dictador Mohamed Siad Barre, que se vio obligado a refugiarse en Kenia. Allí, la niña recibió una estricta educación musulmana y su propia abuela la sometió a la brutal ablación del clítoris y la extracción de los labios vaginales con que se pretende "desexualizar" a las creyentes y garantizar su virginidad. Huyó de su casa cuando su padre concertó para ella un matrimonio con un pariente canadiense al que Ayaan no había visto jamás. Se refugió en Holanda, donde aprendió el holandés y trabajó como traductora e intérprete en las casas de acogida para inmigrantes. Desde entonces comenzó a desarrollar una intensa y arriesgada labor, exhortando a las mujeres musulmanas a reclamar sus derechos y a emanciparse de la discriminación, las humillaciones, las violencias físicas y sexuales, y el encierro y la ignorancia en que se hallaban condenadas por creencias y prácticas tribales de hace siglos que el fanatismo pretendía preservar en pleno siglo XXI en el corazón del occidente democrático.

El guión que escribió para Theo Van Gogh formó parte de esta campaña que hizo de Ayaan Hirsi Alí un personaje popular, adorado y odiado a la vez, y que la puso en el punto de mira del terrorismo islámico. Desde hacía años vivía protegida por escoltas. Nada de eso parecía aterrorizarla ni hacerla ceder lo más mínimo en su empeño. El año pasado la conocí, en un encuentro en Ámsterdam, y me impresionó la tranquila serenidad y la inteligencia con que esta bella muchacha (parece aún más joven de lo que es) criticaba a los políticos e intelectuales europeos que, en nombre del multiculturalismo, se abstenían de criticar las prácticas bárbaras del Islam contra la mujer, como si las víctimas del fanatismo debieran sentirse solidarias de una fe y una creencia que constituían su "identidad cultural". En la breve charla que tuvimos le agradecí que hubiera expresado con tanta coherencia y de manera tan persuasiva lo que yo siempre he creído: que toda "identidad" colectiva -nacionalista, racista, cultural o religiosa- no es otra cosa que un campo de concentración donde desaparecen la soberanía y la libertad de los individuos. Y que recordara a los europeos lo privilegiados que son de vivir en sociedades abiertas donde, en principio, se respetan los derechos humanos y los hombres no pueden tratar a las mujeres como esclavas, so pena de ir a la cárcel. El caso de esta luchadora somalí no es el único, pero sí uno de los más admirables de personas del Tercer Mundo que parecen entender mejor, y defender con más convicción y brío, lo más valioso que ha dado al mundo la cultura occidental.

Como Ayaan Hirsi Alí, en vista de la impaciencia con que tantos intimidados holandeses parecen querer librarse de ella, ha anunciado que se mudará a los Estados Unidos, donde una fundación le ha ofrecido refugio, ahora no sólo los inquisidores islamistas, también algunos escribidores occidentales, la acusan ya de haberse vendido al imperialismo, acusaciones en las que es difícil discernir qué prevalece: si la estupidez, la vileza, o ambas cosas.

No es esta justiciera somalí la que pierde, aunque salga derrotada de esta batalla. Es Holanda. Ha dado un espectáculo deprimente y lamentable, de pequeñez moral, de politiquería hipócrita, de deshonor y cobardía. Parece mentira que en el país donde padeció su martirio Ana Frank, todavía no haya quedado claro que no se amansa a los tigres echándoles carnes frescas e inocentes y mandándoles besos volados: esto, más bien, les atiza el apetito y les afila los colmillos y las garras.

sábado, 3 de junio de 2006

El proceso de Perihan Magden

EL PAÍS 03/06/06

ORHAN PAMUK

El proceso de Perihan Magden
Perihan Magden es una de las escritoras más ingeniosas y sinceras de nuestro tiempo. Su manera de jugar con el idioma turco, el placer que le produce el tira y afloja de la cultura popular, y sus brillantes incursiones en temas en los que todo el mundo piensa pero enseguida decide no expresar en palabras, "por si acaso", le han hecho ganarse el cariño de los lectores y el respeto de otros escritores. Su endemoniado ingenio y la elegancia formal de sus comentarios, muy leídos y a menudo controvertidos, son evidentes también en sus novelas, ambas traducidas al inglés. En Two Girls y The Messenger Boy Murders (mi favorita) combina el gusto por lo grotesco con una sensibilidad humana para evocar su mundo propio.Pero para mí, como para tantos otros lectores a los que nos gusta empezar cada día con ira, placer y palabras inteligentes de otro, la verdadera adicción son sus comentarios en la prensa. Aunque me río con sus bromas inteligentes y brillantes, y la elegante expresión de sus ideas, cuando se mete con algún actor presumido, una cantante que finge ser más occidental y (naturalmente) de mejor cuna de lo que realmente es, un funcionario de alto rango que destila cursilería y banalidad, un político mediocre que invoca la religión por razones sospechosas o un columnista que, en deferencia a los poderes fácticos, inventa las excusas más disparatadas para una injusticia brutal o una prohibición indefendible, me pregunto qué tipo de persona es.

Nacida en 1960, hija de padres cultos y con inclinaciones artísticas, Magden es nativa de Estambul; aunque estudió psicología en la Universidad, prefirió seguir su sueño infantil de convertirse en escritora. Hoy es madre de una niña de 12 años; desde que se divorció de su marido, la ha criado sola, manteniéndose exclusivamente con sus ingresos de escritora, algo que no debe de ser fácil. Sus montaraces arrebatos (que todo el mundo sabe que le salen del corazón), su independencia combativa y su conciencia de acero la convierten en el tipo de mujer independiente que Atatürk vio en el futuro de Turquía cuando fundó la república. Las reformas occidentalizadoras que constituyen el centro de la república turca pretendían tanto liberar a las mujeres del control total de los hombres y darles cierta independencia como reducir la función desempeñada por la religión en la vida pública.

Pero, por un extraño giro del destino, el ejército turco, al que le gusta considerarse "defensor de la revolución de Atatürk", amenaza ahora con someter a juicio esa libertad. Los escritos de Perihan Magden le han supuesto una larga ristra de demandas públicas y privadas en el pasado; esta vez el fiscal pide para ella tres años de cárcel. Las Fuerzas Armadas turcas la acusan de "poner al pueblo en contra del servicio militar", aunque en columnas posteriores Magden ha dejado perfectamente claro que ése nunca ha sido su objetivo. En el artículo causante de la ofensa, titulado "La objeción de conciencia es un derecho humano", Magden defendía a Mehmet Tarhan, quien se vio en serios apuros por insistir en su derecho a negarse a hacer el servicio militar por motivos de conciencia. La escritora recordó a sus lectores turcos que Naciones Unidas reconoce la objeción de conciencia como derecho humano desde la década de 1970 y que de los 46 signatarios del Consejo Europeo sólo los pueblos de Azerbaiyán y Turquía no disfrutan de este derecho. Mehmet Tahran es homosexual, y debido a que el ejército turco considera la homosexualidad un defecto o una discapacidad, habría quedado "exento" del servicio militar si hubiera estado dispuesto a someterse a un examen físico, pero se "negó en redondo" a someterse a un tratamiento tan erróneo y degradante.

Cuando los jueces que presiden la causa sopesen las escalas de la justicia y contrapongan los derechos de un homosexual y de una mujer soltera a la ira de las Fuerzas Armadas turcas, procederán, sin duda, con mucha cautela. Al recordar como recuerda a tantos enjuiciamientos por opinión recientes, el proceso de Perihan Magden demostrará al mundo -una vez más- lo profundos que son realmente los sueños turcos de entrar en la Unión Europea. En la primera vista, que tendrá lugar el 7 de junio, los demócratas de Turquía y del mundo estarán al lado de la escritora.

viernes, 2 de junio de 2006

Caída imparable de los sindicatos

EL PAÍS 02/06/06

IGNACIO SOTELO

Caída imparable de los sindicatos
En Alemania, los trabajadores de los servicios públicos comunales han estado en huelga 14 semanas hasta que el pasado 30 de mayo la Administración llegó a un acuerdo con el sindicato unificado de servicios (Ver.di). La huelga comenzó en febrero por una cuestión que una buena parte de la opinión, conducida por los medios, consideró banal: aumentar en 18 minutos diarios la semana laboral, pasando de 38,5 horas a 40 horas en los Estados del Oeste; en los del Este ya se trabajaba las 40 horas. Los sindicatos consideraron un ataque frontal el que se intentara invertir la tendencia a reducir la jornada laboral, que se había mantenido desde las luchas encarnizadas a principio del pasado siglo por la jornada de ocho horas. El escándalo era más bien que, pese al crecimiento exponencial de la productividad, la jornada laboral en los últimos ciento y pico años se hubiese achicado a cuentagotas, y ahora se intentase nada menos que invertir el proceso. En esta argumentación, el sindicato no ha tenido en cuenta que la productividad en algunos servicios apenas crece, y además los pagan unos ayuntamientos cada vez más endeudados.

Después de casi cuatro meses de huelga, el sindicato ha tenido que conformarse con un empate que es más bien una derrota: en un sistema muy complicado que toma en consideración edad y tipo de servicio, unos trabajarán menos de 38 horas, otros hasta 42, pero la media al Oeste pasa de 38,5 horas a 38,92. Los sindicatos han tenido que aceptar el que se aumente, aunque fuese mínimamente, la jornada laboral, a pesar de que comenzaron la huelga para impedir que al aumento de la jornada laboral siguiera la supresión de las pagas extraordinarias, la jubilación a los 67 en vez de a los 65 años y un largo etcétera. Había que frenar el desmontaje continuo del Estado social.

El 25 de mayo se inauguró el Congreso de la Federación Alemana de Sindicatos (DGB) con un abucheo dirigido al ministro de Trabajo de la "gran coalición", el socialdemócrata Franz Müntefering, y calurosos aplausos a Oscar Lafontaine, que hacía un año que había abandonado el SPD para codirigir el nuevo "partido de izquierda". Comportamiento que puso de manifiesto la creciente división interna entre la fracción más de izquierda y la centrista que al final volvió a salir elegida. Los sindicatos alemanes han inscrito en su bandera la lucha por el salario mínimo (7,50 euros por hora, 1.200 euros mensuales, exactamente el doble de los 600 que en España se vislumbran en el horizonte), una reforma del seguro de enfermedad negociado y sobre todo mantener la protección ante el despido.

Pese al continuo desmontaje del Estado social, en la última década no ha dejado de decrecer el número de afiliados a los sindicatos. Cierto que en los momentos de lucha aumenta el número de miembros -en el primer mes de huelga se inscribieron 15.000 trabajadores en el sindicato unificado de servicios-, pero se pierden cuando las aguas vuelven a su cauce. Este continuo descenso de afiliados se debe a causas más de fondo que a la falta de combatividad, como creen los sectores más de izquierda. La más importante es la desindustrialización, que suprime las grandes unidades productivas que antes reunían a miles de obreros, con la consiguiente tercerización e individualización de la economía. El desempleo que conlleva la "sociedad posindustrial" -como antes la agricultura desalojaba mano de obra a la industria, ahora es ésta la que manda una buena parte al paro- pone al movimiento sindical en una situación crítica. Los sindicatos han dejado de ser organizaciones de lucha que defienden valores solidarios de clase, para convertirse en instituciones que ofrecen servicios y se les juzga por su eficiencia, cada vez más decreciente, en este ámbito. Dos cosas importa tener muy claras: la primera, que los sindicatos no se van a recuperar radicalizando sus posiciones; unos sindicatos ideológicos y combativos pertenecen al pasado. La segunda, que el modelo de Estado social que hemos construido no se sostiene a la larga sin unos sindicatos fuertes.

El discreto terror de Fidel Castro

El País 01/06/06

VACLAV HAVEL, ex presidente de la República Checa

El discreto terror de Fidel Castro
Esta primavera se cumple el tercer aniversario de la oleada de represión en la que el régimen de Fidel Castro detuvo y condenó a largas sentencias de cárcel a 75 de los principales disidentes cubanos. Poco después, muchos amigos y yo creamos el Comité Internacional para la Democracia en Cuba.

La valentía de quienes encontraron su conciencia social, superaron el miedo y se alzaron contra la dictadura comunista sigue fresca en mi memoria. Me recuerda el tintineo de las llaves que sonaron en la plaza Wenceslas de Praga —y después en el resto de lo que entonces era Checoslovaquia— en el otoño de 1989. Por eso hice sonar laves durante la conferencia para solicitar la democracia en Cuba que nuestro comité organizó en Praga hace tres años. Quería llamar la atención de la comunidad internacional sobre la situación de los derechos humanos en Cuba, para apoyar a la oposición e ese país y animar a todas las fuerzas prodemocráticas. La Unión Europea introdujo entonces sanciones diplomáticas, aunque en u mayoría simbólicas, contra el régimen de Castro. Sin embargo, poco después se impuso una postura contraria. La UE inició un diálogo con el régimen cubano, suspendió condicionalmente las sanciones, e incluso varios países democráticos dejaron claro a los disidentes que no eran bien recibidos en sus embajadas. Cobardes acuerdos y coartadas políticas —como tan a menudo ocurre en la historia— derrotaron a una posición de principio. A cambio, el régimen cubano hizo un gesto falso y liberó a un pequeño número de presos de conciencia —la mayoría torturados y gravemente enfermos—, los que el régimen más temía que murieran en sus famosas prisiones.

Quienes vivimos en las nuevas democracias poscomunistas europeas experimentamos acuerdos políticos similares cuando vivíamos tras el antiguo telón de acero. También conocemos de memoria el argumento de que las políticas europeas no han provocado ninguna detención masiva en Cuba. Pero la democracia ha dado signos de debilidad y a su vez el régimen cubano ha adaptado sus tácticas. Organizaciones respetadas como Periodistas sin Fronteras y Amnistía Internacional han recogido amplias pruebas de violencia e intimidación contra los librepensadores cubanos, que pueden esperar un tipo de sonido distinto al del tintineo de llaves. A menudo, su caso no acaba en los juzgados sino en los hospitales. Grupos de “combatientes por la revolución” —en realidad, la policía secreta cubana— atacan brutalmente a sus adversarios políticos y los acusan de delitos absurdos en un esfuerzo por intimidarlos o por obligarlos a emigrar. En la isla, esos acosos planeados se denominan “actos de repudio”.

La violencia política que produce la impresión de mero delito callejero nunca es fácil de probar, al contrario que las sentencias a varios años de cárcel, y por tanto no recibe la debida atención mundial. Sin embargo, miles de ex presos políticos de Europa central y del Este pueden atestiguar que la patada de un policía secreto en la calle duele tanto como la patada de un guardia tras las puertas de una cárcel. La víctima de peleas callejeras y de amenazas contra la familia organizadas por el Estado experimenta la misma impotencia que alguien acosado durante una investigación de la seguridad estatal. En años recientes, a muchos políticos europeos que han intentado observar la situación sobre el terreno se les ha prohibido la entrada.

Aparentemente algunos europeos ven a Cuba como un país lejano por cuyo destino no necesitan interesarse, porque tienen sus propios problemas. Pero lo que los cubanos soportan hoy forma parte de la historia europea. ¿Quién conoce los tormentos infligidos al pueblo cubano mejor que los europeos, que dieron vida al comunismo, lo exportaron al mundo, y después lo pagaron muy caro durante muchas décadas? La humanidad pagará el precio del comunismo hasta que aprenda a hacerle frente con toda la responsabilidad y la decisión políticas. Tenemos muchas oportunidades de hacerlo en Europa y en Cuba. Y no sorprende que los nuevos miembros de la UE hayan aportado a Europa una nueva experiencia histórica, y con ella, mucha menos tolerancia y comprensión por las concesiones y las soluciones intermedias. Representantes de los países miembros de la UE se reunirán en Bruselas a mediados de junio para revisar la política común hacia Cuba. Los diplomáticos europeos deberían sopesar las consecuencias de complacer al régimen de Castro. Deberían dar muestras de que no ignorarán sus prácticas ni pasarán por alto el sufrimiento de los presos de conciencia cubanos. Nunca debemos olvidar a las víctimas aparentemente anónimas de los “actos de repudio” de Castro.

jueves, 1 de junio de 2006

La memoria y las palabras

Basta Ya 01/06/06

Santiago González

La memoria y las palabras
Pilar Ruiz Albisu a Patxi López, en los actos conmemorativos del segundo aniversario de su hijo, el 9 de febrero de 2005:
"Harás y dirás más cosas que me helarán la sangre, llamando a las cosas por los nombres que no son."

Patxi López. Conferencia en la Universidad Carlos III. 25 de noviembre de 2002 (A propósito del Plan Ibarretxe):
"Además, NO ES CIERTO QUE (los nacionalistas) TENGAN INTENCION DE RESPETAR LA LEGALIDAD como nos repiten constantemente. Saben perfectamente, todos sabemos, que para modificar el marco político se necesita mayoría absoluta del Parlamento Vasco, que sólo conseguirán si cuentan con la aquiescencia de Batasuna, cosa que, primero sería lamentable, ya que hablamos de un partido suspendido legalmente, y segundo, ni siquiera parece posible hoy a juzgar por las posiciones que les hemos oído hasta ahora."

EL MUNDO, 24 de junio de 2005. VITORIA:
"Tras salir reelegido Juan José Ibarretxe como lehendakari gracias a dos votos del PCTV, el PP y PSE le han planteado el primer desafío. Ambos han advertido al presidente vasco de que no formarán parte de una mesa de diálogo donde esté presente Batasuna, algo que pidió el miércoles Ibarretxe y le valió el apoyo de la formación abertzale."El portavoz del PSE-EE en el Parlamento Vasco, José Antonio Pastor, aseguró que su partido no participará en una mesa de diálogo en la que esté Batasuna, mientras ésta no haga "una condena expresa de la violencia o la violencia haya desaparecido".

EL DIARIO VASCO - 9/9/2005:Patxi López reiteró su negativa a compartir foro con Batasuna como partido ilegalizado mientras no condene el terrorismo o ETA desaparezca.El secretario general del PSE-EE de Gipuzkoa, Miguel Buen, aseguró que «mientras persista la acción terrorista y si Batasuna no la condena, no nos vamos a sentar en una mesa a dialogar con alguien que no condena el terrorismo». «Es obvio que no le vamos a decir al lehendakari con quién se tiene que reunir, pero nosotros no nos vamos a sentar a una mesa a dialogar con alguien que no condena el terrorismo», insistió.

DEIA, 19 de noviembre de 2005.- José Blanco, secretario de Organización del PSOE:
«Cuando no hay ninguna condición objetiva que permita ningún tipo de acuerdo ni de entendimiento con una fuerza que es ilegal, lo único» que se le pide a Batasuna es que «contribuya» a «normalizar la vida política del País Vasco, a convencer a ETA de que abandone las armas y a garantizar un clima de paz y de convivencia».

Patxi López el 21 de marzo de 2006, en declaraciones a la televisión pública vasca, ETB: Además de tachar a Grande-Marlaska de «juez o político metido a médico» -en alusión a su orden de revisar la labor de los forenses vascos-, destacaba el papel de Otegi como «referente de la izquierda abertzale y responsable de empujar a ese mundo hacia la vía política».

José Blanco, de nuevo, el 19 de abril de 2006, en el programa de Ana Rosa Quintana.- "El lehendakari Ibarretxe se ha reunido con Arnaldo Otegi, que no es representante de nada, es portavoz de sí mismo, porque esa formación está ilegalizada, y mientras no se legalice no existe.(...) Se trata de una reunión del presidente del Gobierno vasco con una persona que en su día representaba a Batasuna, que tendrá sus ideas, su forma de ver la política. (...) Esa a formación ha sido ilegalizada como consecuencia de la aplicación de la Ley de Partidos... No existe. Si Ibarretxe ha considerado importante reunirse con una persona que en su día fue dirigente de un partido que hoy no existe, no tengo más criterio que decir si me parece bien o si me parece mal."

Patxi López. EL CORREO, 9 de abril de 2006:
"Batasuna es una formación ilegalizada y son ellos los que tienen que dar los pasos para ser legales."

José Blanco, no hay dos sin tres, el 30 de abril de 2006: "No se puede hablar de pactos con Batasuna" porque "es una formación ilegal".

Ramón Jáuregui, 22 de mayo de 2006: "Estamos dispuestos a que la izquierda abertzale, representada ahora por el partido Comunista de las Tierras Vascas (EHAK), forme parte de la ponencia para la reforma del estatuto de Gernika que va a constituirse en el Parlamento Vasco siempre que ETA renuncie, previa y definitivamente, a las armas".
"La incorporación del EHAK al proceso de reforma del Estatuto acabaría con la automarginación de la izquierda abertzale."
"El futuro político de Euskadi lo determinan los partidos con sus debates y acuerdos en su ámbito natural, el Parlamento vasco"

Arnaldo Otegi consideró el 23 de mayo de 2006 que el PSE-EE recurre a "excusas" al decir que no se sentará con un partido ilegal. "Con nosotros ya ha hablado todo el mundo siendo ilegales, salvo el PP. Además, quienes ponen esa condición son quienes nos ilegalizaron", dijo, para instar a los socialistas a legalizar a Batasuna.En opinión de Otegi, el anuncio de Baracaldo, "si no fuera por lo serio que es, es un poco de risa". "O sea, ahora usted me quiere decir que se va a sentar no sabemos dónde con una organización que se llama ETA, que practica la lucha armada, y no tiene legalizados sus estatus de legalidad en el Ministerio del Interior español, y tiene problemas para sentarse con nosotros que no practicamos la lucha armada", afirmó, para decir que "eso no se sostiene, sencillamente es ridículo", apuntó.

Rodolfo Ares, 26 de mayo de 2006:"Batasuna es una organización ilegal que lo que tiene que hacer es hacer lo necesario para convertirse en una formación legal si quiere hacer política".

María Teresa Fernández de la Vega, 21 de mayo de 2006: "No estamos dispuestos a polemizar, en el caso de Batasuna, con una organización ilegal. Batasuna no puede integrarse en la vida política si no hace una declaración expresa de condena de la violencia y se somete al cumplimiento de la Ley, incluida la de Partidos Políticos. "A la legalidad sólo se vuelve por la legalidad. Todo el mundo tiene que saber que en el Estado de Derecho no hay paréntesis, no hay descanso, no hay espacios en blanco y se aplica siempre".

Alfredo Pérez Rubalcaba, ministro del Interior, el 27 de mayo de 2006 en El Círculo de Economía:"Quien está fuera de juego tiene que estar en el juego, el juego tiene reglas y hay que cumplirlas. Tienen que entenderlo".

Todo lo anterior son los precedentes. Consecuentes: EL CORREO, hoy, 31 de mayo de 2006, día en el que el juez Fernando Grande Marlaska ha citado a dirigentes de Batasuna. ¿Para cubrirles con el manto de la impunidad?

"EL PSE ANUNCIA QUE SE REUNIRÁ CON BATASUNA PARA IMPULSAR LA MESA DE PARTIDOS"Patxi López anunció anoche, cuando aún se escuchaban los últimos ecos del maratoniano debate sobre el Estado de la Nación, que su partido asumirá "la parte de responsabilidad" que le corresponde en el camino hacia el final de la violencia e iniciará de forma oficial los contactos con la ilegalizada Batasuna con el objetivo de impulsar una mesa de partidos en Euskadi.

Colofón: Ejemplares los socialistas vascos en la aplicación de las mínimas del líder máximo. A saber, como aquella que dice:"Las palabras han de estar al servicio de la política y no la política al servicio de las palabras." (José Luis Rodríguez Zapatero, junio de 2005).