la Gaceta de los Negocios 07/10/06
ETA sabe que la única amenaza grave del Gobierno (volver a la política de 2000) ya no es creíble
Francisco Bello
Lo que nos dice la teoría de juegos
UN amigo norteamericano, conocedor de España y aficionado, como muchos economistas, a la teoría de juegos, me decía que, tal como está planteada la negociación, es muy probable que gane ETA. Le pedí que me lo explicase y empezó hablándome de su niño pequeño que es, parece, algo díscolo.El comportamiento molesto de una joven criatura no cambia cuando su progenitor le amenaza con los peores castigos, tales como abandonarle a su suerte en medio del bosque.En teoría de juegos estas amenazas se llaman “no creíbles” pues su puesta en ejecución perjudicaría a ambas partes y, por ello, es casi seguro que nunca se van a llevar a cabo. Sólo las amenazas creíbles pueden modificar el resultado de una negociación.
Según mi amigo, la estrategia que llevan Gobierno y ETA en esta negociación es la llamada en teoría de juegos de “palo y zanahoria”. Con la zanahoria se recompensa a la otra parte si actúa de un determinado modo (el premiado está mejor que antes); con el palo se le castiga si no lo hace (el castigado está peor que antes). Tener éxito en esta estrategia requiere que el palo sea un castigo creíble y la zanahoria un premio suficiente. Una variante de esta negociación es aquella en la que el palo o castigo consiste en no dar la zanahoria; en este caso, el premiado está mejor que antes, pero el castigado no está peor, simplemente no ha recibido la zanahoria (no sufre daño emergente sino lucro cesante). En vez de amenazar a la insoportable criatura con dejarla sola en el bosque para que se la coman los ogros (amenaza increíble), se le advierte de que se quedará sin la play station. En las negociaciones con ETA el Gobierno no dispone ya de amenaza creíble. Igual que el niño que sabe que su padre no lo dejará abandonado en el bosque por mal que se porte, ETA sabe que la única amenaza grave por parte del Gobierno, volver a la política puesta en marcha por el PP entre 1996 y 2004, no es creíble, porque sería darle la razón al PP. La única amenaza creíble de este Gobierno es de lucro cesante para ETA: no excarcelar presos, no legalizar a Batasuna, no organizar la “mesa de partidos”, no discutir sobre Navarra, etc... Es decir, seguir como ahora. Pero ETA sí dispone de una amenaza de castigo creíble y muy grave para el Gobierno: volver a matar, lo que significaría un gran fracaso político para Zapatero. ETA sabe que romper la tregua, retrasaría por plazo indeterminado la consecución de sus objetivos más urgentes. Además, probablemente, favorecería la vuelta del PP al Gobierno, algo que, se quiera o no, es el aglutinante de una perversa y tan vergonzante como transparente solidaridad entre el Gobierno del PSOE y ETA. Ninguna de las dos partes tiene nada que ganar con una ruptura de la tregua. Pero, el problema es lo que cada parte entiende que ya ha concedido a la otra, lo que cada parte espera o exige de la otra y lo que a cada parte le ocurre si se rompe la tregua. Es aquí donde Gobierno y ETA están en posiciones muy diferentes.ETA presenta su decisión de “suspender indefinidamente” la comisión de asesinatos como su concesión máxima. A partir de aquí, según los terroristas, es el Gobierno el que tiene que dar algo a cambio, y pronto. ETA puede continuar en el negocio terrorista en cualquier momento que lo estime conveniente a sus intereses, pero la permanencia en el Gobierno de Zapatero quedaría muy comprometida si ETA reinicia su actividad asesina.
Por eso, dice mi amigo, la posición negociadora del actual Gobierno no tiene nada que ver con la de gobiernos anteriores pues éstos, tanto los del PSOE como los del PP, tenían una “estrategia dominante”. ¿Qué quiere decir esto? En teoría de juegos se considera “dominante” la estrategia de negociación, que es independiente de las acciones del adversario. En las anteriores treguas y negociaciones —González en los 80 o Aznar en los 90— , la estrategia del Gobierno era dominante, porque el principio absoluto era que el Gobierno no concedería nada por el fin de la violencia salvo, en su caso, en su momento, un tratamiento generoso o clemente a los etarras encarcelados que manifestaran su arrepentimiento. Ahora es muy distinto. Lo que el Gobierno le dice a ETA, es que si se abstiene de cometer crímenes y delitos graves, porque los delitos menores parecen no contar a estos efectos, podría haber recompensas políticas, incluidas, al parecer, increíblemente, la discusión sobre Navarra y la celebración de una consulta de “autodeterminación”. Y se lo ha dicho en el momento de mayor debilidad de la banda en toda su desgraciada historia. Quien tiene ahora una “estrategia dominante” es la banta terrorista ETA, no el Gobierno, y esto es lo importante.
DECÍA mi amigo que el ejemplo de consecuencias históricas más decisivas de adopción de una estrategia dominante en una situación casi desesperada es el de Churchill frente a la Alemania nazi. Churchill rechazó cualquier posibilidad de negociación con Hitler, hiciera lo que hiciera éste, cuando se convirtió en Primer Ministro en mayo de 1940, mientras Francia se colapsaba ante la embestida nazi y parecía que la fuerza expedicionaria británica iba a ser aniquilada en Dunquerque. La estrategia dominante de Churchill —resistir y pelear hasta lograr la aniquilación de Hitler y del nazismo y arriesgarlo todo y, desde luego, su propia vida—, una decisión fundamentalmente moral, de principios, resultó ser, a la postre, un buen cálculo político y militar y por eso Churchill es, quizás, el gran héroe de la historia europea del siglo XX. Churchill les dijo a sus compatriotas que debían ser dueños de sus destinos, sin permitir que su historia fuera escrita por otros.
Sería muy triste, concluía mi amigo norteamericano, que los españoles permitieran que sujetos como Otegui escribieran su historia.
▼Francisco Bello es el seudónimo de un economista español que trabaja en EEUU
sábado, 7 de octubre de 2006
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